“Toublanc toma como sistema de referencia a todo el mundo Saer”

Entre las numerosas piezas que construyen la muestra Conexión Saer una se distingue por su claridad: un mapa de la ciudad de Santa Fe reluce intervenido por el propio Juan José Saer, que dibujó allí los recorridos de varios de sus personajes. Ese plano significa una materialización del inmenso mundo Saer, un universo que cautivó a Iván Fund, realizador responsable de darle forma a Toublanc, el largometraje producido por Señal Santa Fe. Guionada por Fund junto a Eduardo Crespo y Santiago Loza, desde su estreno en abril de 2016 en el marco del Bafici, la película comenzó a delinear su propio mapa, trazando un recorrido por diversos festivales en los que recogió elogios de crítica y público. Ese itinerario tendrá una nueva parada el próximo mes de agosto, cuando participe de la 66a edición de los Premios Cóndor que impulsa la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina, donde integra la terna “Mejor Guión Adaptado”.

“La nominación nos dio alegría y un poco de gracia, porque era algo impensado”, distingue Fund en relación a la nominación de la película, que viene de ser exhibida en varios festivales. Toublanc participó en la competencia oficial del Festival Des 3 Continents de Nantes, en el VII Festival Internacional de Cine AntofaDocs, en Fidocs, en la sección Panomara Internacional del Festival Internacional de Documentales de Santiago y en el Festival Tucumán Cine “Gerardo Vallejos". Y recibió la Mención Especial del Jurado dentro de la categoría de Largometrajes Argentinos en el Festival Internacional de Cine Independiente de La Plata “Festifreak”.

“En relación a los Cóndor, Toublanc en realidad es la única película que verdaderamente es un guión adaptado a un autor –amplía Fund–. En nuestro caso la película no está basada en ninguna obra concreta de Saer, sino que es una especie de nube de vínculos y relaciones con un montón de imágenes, temas y formas de su obra y de su vida”.

- De hecho, la película bien podría haber sido nominada como guión original...

- Totalmente, de hecho la película toma como sistema de referencia todo el mundo de Saer, pero se puede leer absolutamente autónoma a eso. Si uno no supiera que dialoga con todo ese universo, la película funciona en sí misma. Pero la verdad está buenísimo estar nominados a los Cóndor. Y fue interesante el trabajo del guión en el sentido de que para mí fue una situación casi ideal. Cuando uno empieza a trabajar una película, en mi caso nunca hay un disparador duro y concreto, siempre son un montón de cosas: una imagen de acá, cierta inquietud, cierto tema, ciertas formas que a uno le interesa transitar. Y de a poco todo eso empieza como a ordenarse hasta encontrar su centro. En el cine siempre mirás con todo y después empezás a recortar, no es una página en blanco, hay que elegir qué querés mostrar. En el caso de esta propuesta concreta, se trataba de reducir el mundo al mundo de Saer. Eso es fantástico, es reducir el mundo a un tamaño más manejable, que en este caso es la obra de un autor. La verdad que laburar con ese camino ya delineado está buenísimo. También para mí personalmente estuvo buenísimo como experiencia de descubrimiento de un autor. Sino uno va leyendo cosas dispersas, pero meterse con un autor, con una obra, obsesionarse, meterse dos o tres meses a full con eso es muy recomendable. Espero poder seguir practicándolo, con otro autor, un director o un músico, poder empezar a obsesionarme por un determinado lapso de tiempo y realmente poder entender un poco más la obra de ese autor.

- Y con una mirada a la vez fresca: quizás transitar un terreno ya asimilado derive en una determinada visión, mientras que en casos como el de Toublanc se trata de un proceso de descubrimiento que rápidamente se tiene que convertir en obra.

- Claro, en este caso concreto estuvo buenísimo porque la película fue el medio a través del cual conocí realmente al autor y su obra. Había leído muy poco de Saer antes, entonces ir descubriéndolo, estudiándolo durante el proceso, le jugó muy a favor a la película, porque de repente no tenía ideas preconcebidas que me aten a nada.

- A partir de esto que mencionás, es posible imaginar que cada espectador va generando sus propias asociaciones con el mundo Saer, encontrando referencias que quizás no son las que ustedes imaginaron, o bien aquellas que los inspiraron. En este sentido, ¿recibieron devoluciones de público o críticos que los hayan sorprendido?

- La verdad que estoy muy contento con la reacción del público con la película. En las ocasiones que pudimos estar acompañando la película en las presentaciones, están por un lado las devoluciones de los amantes de Saer y su obra, donde cada uno tiene una relación lúdica con la película, con las diferentes referencias, estratos o niveles referenciales que hay en relación a la vida y obra de Saer. Pero por otro lado está la gente que se acerca a la película y te hace una devolución netamente emotiva, que se vinculó desde un plano absolutamente emocional. Que es un poco lo que me sorprendía y que me interesaba de la película, porque a mí me pasó eso con la obra de Saer: si bien es todo una obra que por momentos se la puede considerar demasiado sesuda, personalista o programática, para mí también es profundamente conmovedora. En algunas obras está mucho más presente este elemento de identificación o conmoción que en otras, que son tal vez un poco más formalistas. Pero de hecho por eso también elegí como referencias a sus obras un poco más “amables”, un poco más narrativas en el sentido de ser más accesibles, que tienen un poco más que ver con el género (algo que la película también hace, como con el policial) o que tienen que ver más con la novela de aventuras. Me parece que lo que pasa con la película es eso: tiene todos estos niveles o posibilidades de lectura.