Estamos frente a la imposición a gran escala de un modelo que implica semillas modificadas geneticamente, agrotóxicos, destrucción de la biodiversidad y de nuestra salud. Al margen y al frente de esta situación, nos encontramos con distintas modalidades de resistencia, de las cuales me interesa abordar la producción de alimentos agroecologicos, es decir, libre de químicos, respetando los ciclos de la tierra y las plantas, y con un sentido social y comunitario.
La Tribu es una huerta urbana de hortalizas y aromáticas en el oeste de Rosario, trabajada por tres familias, cuya producción es estrictamente agroecológica. Esta pequeña unidad considero ideal para empezar a rascar la superficie de estos saberes y prácticas. Saberes y prácticas que están inmersos en contrastes: imposible perder de vista que esta huerta está en medio de una ciudad, frente a un penal y en un barrio muy vulnerable. Todas estas circunstancias están presentes, conviven y se confunden.
