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02 de Agosto del 2017

“Me interesa abordar historias desde una poética propia”

“Me interesa abordar historias desde una poética propia”

Entrevista con Betania Cappato, participante del Laboratorio Audiovisual de Documental de Creación.

Betania Cappato es egresada del Instituto Superior No 10 de Cine y Artes Audiovisuales de Santa Fe, ciudad en la que ha desarrollado gran parte de su actividad audiovisual, desempeñándose en diversas áreas del quehacer cinematográfico. Como directora y productora llevó adelante los proyectos Marici Weu, guardianes de la tierra (mediometraje documental premiado como Mejor Obra de Escuela de Cine en el Festival Latinoamericano de Cine y Video de Santa Fe, Mejor Video sobre Derechos Humanos en el XIII Festival Latinoamericano de Video de Rosario, y participante de la sección oficial en la Muestra Itinerante de Documentales Latinoamericanos de Albacete, España) y Desiertos de Agua (mediometraje documental galardonado como Mejor Documental en la VII Bienal de Arte Joven organizada por la Universidad Nacional del Litoral, Mejor Documental FLCyV de Santa Fe, seleccionado para el Festival Latinoamericano de Trieste, Italia). En 2011 guionó y dirigió el ciclo documental Proyecciones de la memoria, producido por Señal Santa Fe, y estuvo a cargo de la dirección de producción de El Fausto Criollo, de Fernando Birri. En 2016 fue jefa de producción y directora de arte y vestuario de Toublanc, largometraje dirigido por Iván Fund y producido por Señal Santa Fe.

-¿Qué aspectos resaltarías de tu recorrido en el quehacer audiovisual?

- Lo más importante para mí es hacer y mantenerse siempre haciendo. Yo filmo desde los 19 años y nunca dejé de hacerlo, en ese recorrido pasé por casi todos los roles: dirigí, fui productora, camarógrafa, directora de arte y vestuarista. A veces pienso que el cine tiene eso de llevarte a vivir muchas vidas dentro una misma vida (la de uno) y si bien hay películas que con el tiempo me gustan más que otras, creo que lo importante es mantenerse siempre en la búsqueda de nuevas (futuras) historias que contar. No perder nunca la curiosidad, estimular la mirada y el pensamiento crítico frente a la realidad que habitamos, es el gran desafío que nos toca vivir como personas y como artistas.

- ¿Qué obras o realizadores te han influenciado?

- Siempre estoy descubriendo cosas nuevas. Sin embargo, si tuviera que pensar en una suerte de árbol genealógico capaz de incluir a esos artistas que siento influencian mi obra y que por eso mismo y de distinta manera siento más cercanos, no podría dejar de nombrar a los representantes del Neorrealismo italiano, a Jonas Mekas, a (Luis) Buñuel, a Leonardo Favio y a Fernando Birri (con quien me tocó compartir el rodaje de El Fausto Criollo y al que considero un maestro). Pero también a muchos otros fotógrafos, escritores, pintores, poetas, performers que estoy consultando y redescubriendo permanentemente como Robert Frank, Nan Goldin, Sally Mann, Adriana Lestido, León Ferrari, Antonio Berni, Cristian Boltansky, Ana Gallardo y tantos otros. La lista podría ser infinita.

-¿Cuál es tu mirada acerca del documental como práctica artística y comunicacional?
- Pienso que el cine documental debería ser siempre una mirada sobre la realidad y no un tipo de mímesis. En lo personal me interesa abordar las historias desde una poética propia, con un tratamiento que me permita instalarme dentro del mundo que intento construir con imágenes. Me interesa generar una narrativa desde ese lugar, más allá de la mera representación.

-¿Cuál considerás es el rol del documental en un tiempo marcado por la urgencia informativa y el consumo acelerado de información?

- Pienso que sin duda el cine documental, por el tipo de registro y discurso que maneja, siempre tiene un fuerte impacto social y político. En este sentido, creo que los artistas nunca deberían ser neutrales, sino dar su opinión, plantar posición frente a las problemáticas actuales. Pero sobre todas las cosas creo que como dice Rotha en un artículo que leí una vez “el documental debe ser la voz de la gente hablando desde sus propias casas, fábricas y campos”.

-¿Es posible pensar en nuevos formatos en relación al documental? ¿Qué te interesaría poder desarrollar en el marco de una experiencia como la del Laboratorio Audiovisual?

- Me interesan en general los cruces que pueden darse entre el cine y otras artes. Creo que esa retroalimentación enriquece el material y abre el espectro en cuanto a las posibilidades narrativas y expresivas que puede ofrecer el género documental. Creo que hay que pensarse como artistas contemporáneos con una mirada y una estética contemporánea.

-En esa línea, ¿qué expectativas tenés en relación al proceso de formación que propone el Laboratorio?

- Yo lo que más quiero es filmar una película. Tengo la historia y quiero hacerla crecer. Y en ese sentido creo que este Laboratorio de Documental de Creación es lo mejor que le puede pasar al proyecto. Pienso que tener la posibilidad de compartir esta experiencia de intercambio y producción con otros artistas/mentores es sin duda un privilegio y me siento muy agradecida por eso.

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