Balance de un recorrido intercultural

Pensar las identidades culturales como un proceso dinámico y en permanente construcción. Como un proceso que, en cada intercambio, transforma a las personas y a los lugares que esas personas habitan. Esa fue la búsqueda de Ensayos sobre interculturalidad, el ciclo de unitarios de Señal Santa Fe que intentó explorar a través del registro documental cómo se construyen y se modifican las identidades a partir del encuentro con otros.  

El proyecto, que comenzó en 2017, planteó el desafío de narrar la interculturalidad de manera audiovisual y de hacerlo, además, recorriendo el territorio. Romang, Colonia Dolores, San Jorge, Carlos Pellegrini, Piamonte, Desvío Arijón, Santa Fe y Rosario, fueron algunas de las localidades santafesinas por las que transitó este ciclo que descubrió a personajes entrañables y que supo cómo captarlos en sus prácticas cotidianas y en sus intercambios colectivos. 

Así nacieron Los Movimientos y Los Transmisores, con producción integral de Señal Santa Fe y dirección de Diego Castro, y en 2018, luego de una convocatoria abierta para realizadores santafesinos, Nonot Llalcaipí y Pyaar aur sapane, con dirección de Florencia Castagnani y Gastón Del Porto, respectivamente. 

Con miradas y estéticas propias, cada documental construyó un universo particular en donde las historias y los relatos colectivos fueron llenando de sentido el concepto de interculturalidad. Sus protagonistas viven en la provincia de Santa Fe, comparten ese espacio y el mismo presente pero sus edades y sus historias son tan distintas como sus contextos sociales y sus costumbres, como su visión del mundo y la geografía que habitan. 

Luego de los estrenos en cine, en la web y en las localidades donde transcurrieron los rodajes, las y los directores que participaron de estos Ensayos reflexionan acerca de la interculturalidad, de los desafíos que les planteó el trabajo y de la experiencia de volver al territorio para compartir el material con sus protagonistas.  

En construcción

Para Florencia Castagnani, la directora de Nonot Llalcaipí, el principal desafío “fue comenzar a partir de un tema, una gran tema: la interculturalidad. Muy amplio, abstracto, teórico y pasar de eso a generar una obra audiovisual. Es decir, comenzar a partir de una construcción de debíamos hacer nosotros, en vez de salir a grabar algo que ya estaba dado”. La realizadora del documental que tiene como protagonistas a niñas y niños de la comunidad Mocoví de Colonia Durán, explica esa complejidad y la importancia de buscar en el vasto territorio las posibles historias a través de las cuales poder contar la interculturalidad. “Luego de una etapa de investigación, cuando ya decidimos que íbamos a trabajar en la comunidad y en la escuela mocoví, el principal desafío fue cómo dar cuenta de nuestras percepciones y observaciones en el lugar y con la gente”.

En Nonot Llalcaipí se narra, entre otras cosas, la vida de los chicos y las chicas que viven y crecen en una comunidad indígena y la relación entre esa niñez-adolescencia y la que tuvieron sus padres, madres, abuelas y abuelos. El documental da cuenta, en ese diálogo generacional, de las diferencias en las trayectorias escolares, en el vínculo que se entabla con las personas que no pertenecen a la comunidad y en el acceso a la tecnología. Desde esa mirada Nonot Llalcaipí retrata la interculturalidad y muestra cómo la cosmovisión mocoví se traduce actualmente en la existencia de escuelas bilingües que reivindican y ponen en valor la cultura y los derechos de los pueblos originarios. “Creo que cumplimos con la premisa que planteó Señal Santa Fe. Trabajamos el tema de la interculturalidad en la contemporaneidad y en el territorio. Aportamos una mirada que da cuenta de la vida en una comunidad mocoví en el 2019 en la provincia de Santa Fe. Intentamos abordar el tema en su complejidad y con honestidad”, dice la directora. 

El rodaje de Nonot Llalcaipí, que se llevó a cabo entre octubre y noviembre del año pasado, fue para Florencia una experiencia “hermosa y conmovedora”. “Tuvimos muy linda relación con la gente que quiso participar del documental, en su mayoría chicxs y adolescentes pero también adultos. Fue un encuentro. Dejamos mucho lugar a la participación de ellxs tanto delante de cámara como grabando sus propias imágenes, de manera que el documental lo hicimos entre todxs y para ellxs fue una experiencia muy especial”.

La interculturalidad como paisaje

Los Movimientos y Los Transmisores, dirigidos por Diego Castro, fueron los primeros unitarios del ciclo que abordaron la interculturalidad a partir de prácticas concretas como bailar, cultivar la tierra, transmitir relatos y memorias entre las generaciones. En esos capítulos iniciales la interculturalidad aparece en el paisaje urbano. En la inmigración, en los idiomas que se mixturan en las calles de la ciudad, en los cruces entre hijos de inmigrantes, comunidades indígenas y chicos y chicas que habitan los barrios y el centro. Esos unitarios además exploran los intercambios a partir del tránsito de los personajes entre el campo y la ciudad, entre la ciudad y las islas, y reflexionan acerca de cómo los cambios de paisajes transforman las maneras de habitar los territorios.   

“Personalmente, mi desafío como director fue conformar un relato audiovisual sólido que incluya todas esas ideas de forma natural. Por otro lado también estaba el reto de lograr captar naturalidad en los personajes de las historias”, dice Diego sobre su tarea y agrega que “la experiencia de rodaje fue muy buena tanto en relación con los técnicos como con los personajes de cada capítulo. Se logró conexión entre el grupo productor y los personajes retratados. Eso era muy importante para el trabajo”. Para él ambos capítulos lograron mostrar las vinculaciones y las transformaciones que se dan entre distintas culturas. “En Los Movimientos se logra ver visualmente a través del baile como las culturas se transmiten y se transforman. En el capítulo Los Transmisores, es más sutil, pero también se perciben las transmisiones culturales y los discursos. Así como también las distintas percepciones de un mismo discurso de acuerdo a los entornos en los que viven los personajes”.

De amores y sueños

Pyaar aur sapane es el último estreno de los Ensayos que retrata la interculturalidad a través de historias de amor. Motorizados por el amor, los protagonistas de este unitario tomaron la decisión en algún momento de sus vidas de dejar sus lugares de pertenencia para construir un hogar nuevo junto a sus compañeras. El documental, dirigido por el santafesino Gastón Del Porto, narra la historia de Vijay y Anabela que se conocieron bailando Bollywood en India y de Sanjay y Liliana que se enamoraron en un congreso de farmacéutica en Italia. Las dos parejas, con veinte años de diferencia, recorrieron un camino similar que los llevó a San Jorge. En el oeste de la provincia de Santa Fe, sus caminos se cruzan entre el amor, el arte y los sueños. 

Para el director, el primer desafío fue tratar de escribir el guión de una historia que no conocía de antemano. Cuando el equipo de Señal Santa Fe se la asignó, su temor fue no conectar con los personajes o las experiencias que tenían para contar. “Si no lograba poner en juego mis intereses personales en la realización del documental, sabía que no lo pasaría bien. Comencé entonces a esbozar lo que sería una primera versión de guión, sin resultados alentadores. Pero en el momento de viajar a San Jorge para conocer a los protagonistas, fue cuando las cosas comenzaron a fluir orgánicamente, y luego de escuchar sus historias, yo no podía dejar de pensar en ellos. Imaginando sus vidas, sus viajes y sus sueños”, recuerda Gastón. 

Las historias de Pyaar aur sapane hablan justamente de eso, de las decisiones fundamentales que definen dónde y con quién construir un proyecto de vida. Los dos protagonistas varones, Sanjay y Vijay, dejaron la India para ir a vivir a San Jorge. El primero lo hizo hace más de veinte años. Vijay hace uno. Se fueron del mismo lugar y llegaron a la provincia de Santa Fe. Pero sus vidas y sus costumbres son distintas, incluso la idea de cómo o dónde se construye un hogar. Al igual que en Nonot Llalcaipí, acá también es clave el diálogo entre las generaciones. Para espejar y diferenciar las historias, para pensar cómo se transforma la vida propia y la de otros cuando cuando se produce un intercambio. “No está a mi alcance comprender la percepción que las personas pueden experimentar al ver el ciclo o alguno de los episodios, ya que no cuento con demasiadas herramientas antropológicas ni sociológicas. Sólo confío en que el documental pueda transmitir algo de lo que sentimos la mayoría de nosotrxs, nietxs de inmigrantes que llegaron al país con el sueño de construir un futuro mejor del que hubieran tenido en su tierra de origen, porque todxs tenemos derecho a migrar, a buscar nuestro lugar en el mundo”, reflexiona Gastón.

Sobre el rodaje, que transcurrió entre las localidades de San Jorge, Carlos Pellegrini y Piamonte, por las que transitan los protagonistas, Gastón dice que fue “extraordinario” porque “logramos un entendimiento armónico entre el equipo y lxs entrevistadxs. Nos sentíamos muy a gusto y nos daban ganas de seguir compartiendo con ellxs más anécdotas y experiencias de vida. No queríamos regresar, no entendíamos del todo por qué. Sólo sentíamos la necesidad de seguir juntxs. Tal cual como ocurría en el clásico film de Buñuel, El ángel exterminador, teníamos las puertas abiertas, pero experimentábamos como si algo no nos permitiera salir, como si una fuerza inexplicable nos retuviera”. El realizador recuerda que “el compartir varios días entre comidas, charlas, el ir y venir de un pueblo a otro por las rutas, era agradable, porque siempre ocurría algo. Demás está decir, entonces, que fuimos totalmente seducidxs por el relato de cada unx de ellxs. En ese momento fue que nuestra historia dentro de la historia de estos personajes, tuvo mucho que ver con todo lo que ocurrió en el desarrollo del documental”, dice.

Verse en la pantalla

Luego de su estreno en cine, los cuatro unitarios que integran el ciclo Ensayos sobre interculturalidad están disponibles en la web de Señal Santa Fe y quedarań alojados online para  verlos de manera pública y gratuita. Cabe destacar que Nonot Llalcaipí y Pyaar aur sapane tuvieron además su presentación oficial en las localidades donde las y los personajes viven y fueron grabados. 

En Colonia Dolores, la proyección tuvo lugar en la comunidad, al aire libre y en pantalla grande y hasta allí se acercaron además las maestras de la Escuela Intercultural Bilingüe N° 6173 “Manuel Belgrano” y las profesoras y los profesores del Núcleo Rural Escuela Secundaria Orientada N° 1580, que participaron activamente del unitario. “Ser protagonista fue una experiencia única. Verme a mí y a toda la comunidad en la película me dio una felicidad inmensa. Cuando el público de distintos lugares vea este documental me gustaría que esas personas se interesen por conocernos más, que aprendan y sepan de nuestra cultura que es algo muy lindo de saber”, dice Araceli Salteño una de las chicas que participa en Nonot Llalcaipí. Leonardo Matogrí, otro de los jóvenes de la comunidad desea que “cuando las personas de otras lados vean el documental, vengan a este lugar hermoso y que nos podamos conocer”.

Por su parte, sobre el estreno de Pyaar aur sapane en San Jorge, Gastón recuerda que lo más le gustó  fue observar “lo que reflejaban sus rostros al encontrarse en una pantalla”. El hecho de verse y de ver también los lugares comunes que habitan, la plaza, la iglesia, los vecinos. “Cuando el capítulo llegó a su fin, salieron de la sala y en sus ojos algo había cambiado, no puedo explicarlo, solo sé que sucedió. Me gustaría pensar que los espectadores se transforman luego de ver los episodios. Que algo se modifica en ellos. Ojalá el ciclo sea un punto de partida y ayudemos a pensar que los intercambios culturales enriquecen”, concluye el director.